El atletismo como tal tiene una definición unívoca la cual se refiere a un conjunto de disciplinas bien determinadas y reglamentadas por entidades oficiales internacionales. También se dijo que cuando se trata de abordar actividades atléticas destinadas a niños y jóvenes noveles en la práctica del atletismo, no podemos ni debemos “simplificar” superficialmente lo dispuesto para los adultos sino proponer una estructura pensada especialmente para el trabajo con éstos grupos etarios. Haciendo un buceo por la realidad no resulta extraño apreciar que la practica del atletismo, no solo en nuestro medio sino en muchos otros países del mundo, ha perdido protagonismo o al menos adeptos en la practica cotidiana, si bien en los últimos años han surgido algunos exponentes de relevancia en el plano internacional. Más aún, en el medio o ámbito escolar el desarrollo de actividades atléticas o que se orienten hacia ello es cada vez más escasa, tanto en los niveles de Enseñanza General Básica como en la educación Polimodal. En el ámbito no escolar, es decir, en el plano del atletismo perteneciente a las entidades oficiales del “Atletismo Federado”, observamos una gran brecha etaria comprendida entre los 12 a 16 años donde la participación masiva resulta poco posible a partir de propuestas poco inclusivas y selectivas. Las instituciones deportivas en algunos casos colaboran negativamente al mantenimiento de la actividad pues reclaman resultados perentorios y en muchas ocasiones autofinanciamiento de la actividad a pesar del escaso apoyo institucional.
El atletismo escolar
Atletismo: el deporte Madre.Por supuesto que nadie se atrevería a negar ésta afirmación, es mas, ha sido utilizada y esgrimida como estandarte por propios y extraños, con referencia al personal ligado a la educación física y el deporte y a los que miran pasar la actividad física desde la vereda de enfrente. El deporte madre o la madre de los deportes, da igual pues en la cotidianeidad que nos toca vivir el atletismo no aparece reconocido desde la práctica, desde el hacer diario.Basta echar un vistazo en las planificaciones anuales de gran cantidad de docentes de educación física y observaremos el “espacio” que ocupan las actividades atléticas dentro de las mismas. Dicho lugar que por un lado se declama, en efecto es sumamente reducido y comparación con otras disciplinas deportivas para los mismos niveles. Mas adelante intentaremos dilucidar el porque de ésta dicotomía.Entonces la practica del atletismo escolar:
1) Para los FUTUROS DOCENTES
Es reconocida como espacio disciplinar?
Muestran actitud positiva ante ella?
2) Los DOCENTES:
Presentan buena disposición?
Entusiasmo?
3) Para los ALUMNOS:
Resulta motivadora?
Gratificante?
Significativa?
Analizando el punto 1, quizá nos encontremos con una problemática que no será la misma en todos los Institutos de Formación Docente en educación física pero que suele ser causa origen de la falta de apetito atlético que se evidencia en los estudiantes futuros docentes de educación física. Preguntémonos si durante la formación docente el abordaje de la disciplina del atletismo, hoy dentro del espacio de Deportes Cerrados, se realiza en un marco de preponderancia didáctica-metodológica más que en la fría ejecución técnica de las tan temidas pruebas del atletismo. No se trata de teorizar ni de minimizar el papel que la práctica tiene en la formación docente en EF pues el Cuerpo y el Movimiento son elementos constitutivos del aprendizaje del sujeto. El problema radica en la exigencia que desde las cátedras se ejerce al alumnado del profesorado sostenida en la ejecución técnica mas que en la resolución de problemáticas educativas con objetivos didácticos orientados directamente a la practica en el medio escolar real, y con real queremos significar a las condiciones en las que el docente debe desenvolverse cotidianamente.Esta “exigencia”, que si la observamos desde una perspectiva del rendimiento resulta a veces leve, provoca efectos no deseados en los futuros docentes pues como sabemos habitualmente repetimos, recordamos y aprendemos lo que en forma de experiencias ha sido placentero o al menos no traumático. Para colmo de males existe una habitual costumbre y es la de “dar” lo que nos gusta. Esto se traduce en la practica en que docentes de educación física reducen o priorizan el desarrollo de contenidos relacionados con deportes que les son de su agrado y de los cuales se tiene bastante seguridad para enseñarlos, no sucede lo mismo con aquellas disciplinas que no cuentan con el beneplácito de dicho profesorado, por mas que estén explícitos en los contenidos curriculares a enseñar.Por esto “hagamos gustar lo que creemos es importante”, así provocaremos una actitud positiva durante el aprendizaje y la enseñanza.
En el punto 2 al preguntarnos acerca del entusiasmo por parte de los docentes frente a la enseñanza del atletismo nos remitimos al punto anterior como consecuencia, pero además la realidad nos indica que la disposición muchas veces no es de las mejores pues se encuentra con los siguientes inconvenientes, discutibles a partir de éste trabajo, a saber:
- falta de infraestructura adecuada (pista, campo, sectores de salto, etc.)
- escasos recursos materiales específicos (implementos como balas, jabalinas, etc.)
- a los chicos no les gusta, prefieren los deportes de conjunto.
- Cuando concurren a los eventos competitivos están todo el día para una carrera y luego se aburren.
- Los profesores tienen que recibir una formación específica que no poseen.
Como veremos mas adelante pondremos en tela de juicio estos cuestionamientos pero a priori diremos que a partir de una propuesta de atletismo infantil especial, MINIATLETISMO, pierden su validez pues por ejemplo para ésta actividad atlética no se requiere de infraestructura e implementos reglamentarios. La propuesta incluye el desarrollo de las actividades lúdicas en equipos. Y se aburren?, seguramente que si; es por eso que se propone una actividad rotativa y simultánea donde “nadie quede afuera”. Por último se acuerda que para “conocer” el total de las disciplinas atléticas y poder enseñarlas conforme a la reglamentación oficial es necesario una formación que seguramente resulta escasa en la enseñanza general del los institutos de formación docente. Luego veremos que ya no será tan necesario.
El punto 3 plantea el problema desde la óptica de los niños. Si a los niños, especialmente en edad escolar EGB, les presentamos una propuesta de enseñanza basada en ejercicios de automatización y repetición de drills donde no encuentran espacios para el juego ni divertimento donde se acentúa la exigencia técnica, lógicamente los mismos perderán entusiasmo y será muy difícil motivarlos y concentrar la participación placentera. Si pensamos que la forma tradicional de participación en los eventos competitivos de atletismo infantil es semejante a la de los adultos, es decir, selectiva y con acento en el rendimiento y el resultado podremos concluir ésta primera aproximación con la idea de que solo es “gratificante y motivadora para unos pocos, o sea para los que ganan.
Deporte escolar y no escolar con niños, Atletismo de Iniciación.
Frente a éste encuadre erario se hace necesario formularnos las siguientes preguntas:
• En el deporte escolar, existen diferencias claras con el deporte de competición federativa y de adultos?
• En el deporte en ámbitos no escolares (clubes, instituciones barriales, etc.), el trabajo con niños marca una diferencia con los de rendimiento?
• Cuales son los criterios para la competición con niños?
Nuevamente y desde una perspectiva crítica a lo que sucede frecuentemente en la actualidad diremos que ni en la enseñanza y menos aún en las competencias interescolares o en los ámbitos no escolares se observan marcadas diferencias a la hora de abordar el trabajo con niños. Cuales son los principales inconvenientes? Pongamos un ejemplo:
Juan (11) junto a 11 compañeros más participan de un encuentro Interescolar de atletismo cuyas bases reglamentarias limitan su participación a dos pruebas individuales o una individual y la carrera de relevos (posta). Está claro que de los 270 alumnos de 4º, 5º y 6º año de EGB (del turno mañana) de su escuela solo participan 12 niñas y 12 niños. Juan ha sido designado para participar en 80m y la posta 4 x 50m. El evento comienza a las 9:00hs, hora en que comienzan a desarrollarse las series de carreras. Se establecieron según la cantidad de inscriptos 10 series de 8 corredores y a nuestro pequeño amigo le ha tocado la 5º serie. El espera con entusiasmo y con la ansiedad lógica el momento de su participación. Los organizadores han dispuesto que los alumnos clasificados en los 4 primeros puestos de cada serie tendrán la oportunidad de pasar a la siguiente instancia. Ha llegado la hora, Juan corre a toda velocidad, a su máxima velocidad. Con todo su esfuerzo logra ubicarse en 6º lugar. Velozmente los colaboradores que hacen las veces de jueces corren al encuentro de los 4 primeros niños, le preguntan el nombre y la institución a la que representan, lo apuntan en sus planillas. Entre ellos Juan mira a los colaboradores, como demandando algún reconocimiento por el gran esfuerzo demostrado, pero la tarea ha concluido. Juan y los demás niños NO clasificados se retiran de la zona de llegada con más pena que gloria. Ese fue su paso y su experiencia en el encuentro Interescolar.
Luego de analizar el ejemplo anterior, aleatorio y no testimonial, se hacer casi inmediata formulación de las siguientes preguntas:
• A ese niño le resultó significativa y satisfactoria la experiencia descrita?.
• Que valores sociales y personales se han abordado con la propuesta del citado evento?.
• Se han respetado las características de maduración y crecimiento?.• La presentada propuesta es inclusiva?.
• Y por último, se presupone que con la experiencia de éste y muchos otros niños participantes se aportará a que el atletismo sea gustoso y atrayente para la población infantil actual?.
Como es sabido cualquier intento de replanteo, revisión y si fuese necesario transformación de estructuras que vienen desarrollándose desde tiempos diversos provoca al menos un reacción como acto reflejo por parte de quienes la sostienen hasta el momento. Nos encontramos muchas veces que el sostenimiento de formatos, en éste caso en la manera de presentar los eventos competitivos para las edades de iniciación faltos de novedad o ayornamiento, viene dada por el vacío dejado por otras posturas más progresistas.
El carácter conservador de los profesores, entrenadores y/o técnicos hace difícil la posibilidad de repensar o reconceptualizar la práctica en lo que respecta a la enseñanza de las habilidades deportivas y luego la propuesta de realización de eventos competitivos. El primer inconveniente en éste sentido viene dado por la imposibilidad del profesorado en reflexionar sobre su acción y cotejar esos datos con información bibliográfica específica y actualizada.
Desde los ámbitos institucionales tanto educativos como deportivos gubernamentales y no gubernamentales que tienen algún tipo de responsabilidad sobre las actividades deportivas específicamente dirigidas a las edades infantiles se aprecian en no pocas oportunidades el discurso exitista. Dicho discurso signa a los proyectos deportivos con un tinte excluyente y elitista en perjuicio claro está de los niños que por diversa índole en “ese” momento de su evolución no da con los parámetros de rendimiento que institucionalmente se requiere para apaciguar intereses exógenos a los requeridos por los niños.
Fuente: Lic. Jesús Rubio – jesusrubio@express.com.ar
miércoles, 25 de marzo de 2009
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