domingo, 12 de agosto de 2012

El corredor argentino Miguel Bárzola finalizó 35°






Como marca la tradición, el maratón masculino representó el telón para las competencias atléticas de los Juegos Olímpicos en Londres. Un circuito con largada y llegada en The Mall, junto al radio céntrico de la capital británica, representó dificultades -por sus curvas y el clima que se hizo sentir al mediodía- para los 105 participantes en esta prueba, en la que el argentino Miguel Angel Bárzola tuvo una buena actuación: 35° con 2 horas, 17 minutos y 54 segundos.
Bárzola, ex subcampeón sudamericano de los 10 mil metros llanos en Lima 2009 y cuyo debut como maratonista se concretó en abril del 2011 con las 2h15m00s en Rotterdam, fue escalando posiciones en esta prueba, que tuvo como sorpresivo campeón al ugandés Stephen Kiprotich (2h08m01s).
Kiprotich consiguió quebrar a la altura de la milla 23 a los favoritos keniatas: el campeón mundial Abel Kirui (medalla de plata ahora con 2h08m27s) y Wilson Kipsang (2h09m37s para el bronce). El estadounidense Mebrahtom Keflexighi quedó cuarto con 2h11m06s, desbordando en los tramos finales al gran fondista brasileño Marilson Gomes dos Santos, quinto con 2h11m10s. Los brasileños ubicaron a tres de los 13 primeros, ya que Paulo Roberto de Almeida Paula fue 8° con 2h12m17s y Franck Caldeira de Almeida, animador de la prueba en los primeros 10k, terminó 13° con 2h13m35s.
Bárzola salió con un ritmo a la altura de sus antecedentes (47m14s para los 15 km, 1h06m56s para el medio maratón y 1h19m27s). Aunque le costó mantenerlo después del kilómetro 30 -por las dificultades del circuito y el calor que se hacía sentir- a otros les costó aún más. Y así fue escalando posiciones. Si había atravesado en el 65° puesto a la altura del km. 15, ya en los 30 se encontraba entre los 50 primeros. Y pudo mantenerse para terminar en una buena colocación.
"Creo que salí muy rápido, tal vez debí cuidarme un poco más", comentó. Sin embargo, estaba muy feliz al concluir esta inolvidable experiencia olímpica.
El maratón es la prueba en la que la Argentina cosechó sus mayores halagos atléticos en el olimpismo, pero en un pasado ya lejano (los oros de Zabala y Cabrera, la plata de Gorno). Pero Roma-1960 marcó un punto de inflexión en la historia del maratón a nivel mundial, por la irrupción africana con Abebe Bikila, que se extiende hasta nuestros días. En aquella oportunidad Osvaldo Suárez terminó noveno con récord sudamericano de 2h.21m26s.
Desde entonces, los maratonistas argentinos quedaron alejados de las posiciones relevantes. Este es el detalle de sus participaciones: 
- Tokio 1964, Osvaldo Suárez abandonó
- Munich 1972, FernandoMoina 53° con 2h38m19s, Ramón Cabrera 55° con 2,42,38, Nazario Araujo abandonó.
- Los Angeles 1984, Rubén Aguiar 59° con 2,31,18
- Atlanta 1996, Antonio Silio abandonó
- Sidney 2000, Herman Oscar Cortinez 58° con 2,25,01.
Por lo tanto, esta actuación de Bárzola -surgido en Bragado y actualmente residente en España- representa la mejor producción argentina en esta clásica distancia en más de medio siglo.


Fuente: Confederación Argentina de Atletismo

Atleta sin país


Atleta sin país, correrá por todos Tiene sólo dos pares de zapatillas, uno para competir y el otro para entrenar durante la tarde porque a la noche trabaja como empleado en un hospital psiquiátrico estadounidense en Arizona. Único atleta que no representa a país alguno, sólo lucirá los colores de los cinco anillos siendo uno de los miles de refugiados de Sudán del Sur, Guor Marial correrá el maratón de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 alentado a la distancia por sus familiares que caminarán cincuenta kilómetros para verlo en algún televisor del pueblo más cercano.


Fuente: Runners Andinos

LOS PELIGROS DEL SOBREENTRENAMIENTO


Este problema es bastante común por la sencilla razón de que muchos deportistas son incapaces de aceptar que entrenar demás les pueda hacer daño, se sale de su lógica.
Un error en el que caemos además con demasiada facilidad, debido a nuestra capacidad de sufrimiento tendemos a ignorar soberanamente toda una serie de síntomas indicativos de que nos estamos excediendo. Llegando un momento en que la persona se estanca.
Quizás esto pueda parecer un poco exagerado, pero ¿quién no conoce a alguien o a uno mismo que después de unas semanas de ausencia se reincorporan con mejores condiciones y más ganas de entrenar?. A veces este cansancio puede ser más psíquico que físico. Por ejemplo después de una preparación intensa (pasar de graduación, o cualquier tipo de competencia), el cuerpo no solo acusa una saturación de entrenamiento, también achaca una excesiva dedicación psicológica por parte de la persona a la actividad.
Siendo recomendable que una vez terminado, el examen, campeonato, etc. Repose una temporada para no caer en la saturación a todos los niveles. A veces la presión psíquica supera al trabajo físico. Se trata además de una frontera variable incluso dentro de uno mismo, pues en su definición no solo entran en juego factores genéticos o físicos sino también ambientales y emocionales.
Las causas del sobreentrenamiento no hay que buscarlas solo en la intensidad de nuestras sesiones deportivas, también hay que tener en cuenta nuestro estado emocional y como nos afecta (a veces mas de la cuenta) nuestro entorno.También puede ocurrir lo contrario, que en el ámbito psíquico esté mentalizado pero el físico no me responda, en ese caso habrá que hacerse un autoexamen para ver si yo en verdad estoy capacitado para lo que quiero hacer. Eso no significa que no lo pueda hacer pero tal vez tenga que cambiar los plazos ya que me cuesta más, por ejemplo: si quiero correr un maratón y no estoy entrenado, hay ciertos físicos que en tres o cinco meses responden a la exigencia pero hay otros que no por lo tanto el maratón la puedes correr igual pero dentro de ocho o diez meses. Y eso no le quita ningún mérito a tú esfuerzo y dedicación es más yo diría que le agrega, ya que a ti té costó el doble o más que al otro sin embargo conseguiste lo mismo. Todo entrenamiento supone un desgaste psíquico-físico y es precisamente al recuperarse el cuerpo de ese desgaste cuando se reestructura imperceptiblemente y progresa. Un notable progreso físico es el resultado de las sumas de todas las recuperaciones- reestructuraciones de nuestro cuerpo tras cada entrenamiento a lo largo de "x" meses.
De ello se deduce que un cuerpo que no se recupere convenientemente tras los entrenamientos será un cuerpo que no progrese, y lo que es peor, tendrá una mayor vulnerabilidad a lesiones (esguinces, desgarros, fracturas, etc.) y enfermedades.Por lo tanto y que quede claro tanto al cuerpo como a la mente la podemos exigir muchísimo, hasta nuestro verdadero límite... pero lo sabio es... no pasarse del límite, por que estaríamos cayendo en el sobreentrenamiento y eso nos derivaría en otras causas, como por ejemplo la desilusión ante una práctica a la que ha estado dedicando tanto tiempo sin lograr progresos (o incluso regresar) y que lo único que le aporta es una larga serie de lesiones. Por lo tanto es factible que el individuo se pueda llegar a cuestionar su incapacidad para la práctica deportiva. Pues evidentemente es importantísimo entrenar, pero lo es más aún el hacerlo de forma global, escalonada y racional. Un sobreentrenamiento puede provocar hasta falta de sueño y apetito. Si estas alteraciones se prolongan estaremos ante un caso evidente de sobreentrenamiento o fatiga crónica y se debe tener mucho cuidado con este tipo de fatigas pues podría decirse que es patológica. Los síntomas son muy variados y de diferente índole:

1. Disminución de la fuerza de contracción muscular.
2. Frecuentes accidentes y lesiones musculares y articulares:
3. Aumento de la frecuencia cardíaca de reposo y ejercicio.
4. Aumento del sudor en reposo.
5. Disminuye la capacidad vital y de la ventilación máxima voluntaria.
6. Aumento de la sudoración al realizar los ejercicios que habitualmente se trabajan.
7. Alteraciones menstruales y de la capacidad de fecundación.
8. Neurosis y alteraciones en el carácter
9. Insomnio
10. Pérdida del apetito (anorexia)
11. Disminución del rendimiento intelectual
12. Sensación de agotamiento y cansancio
13. Disminución de la destreza, la habilidad y la coordinación.
14. Aumenta el tiempo de la capacidad de reacción
15. Disminución del rendimiento
16. Trastornos de la absorción de la albúmina (proteínas de las pastas: arroz, macarrones, espaguetis).
17. Dispepsia (disfunciones en el estómago)
18. Sensación de depresión

Es imposible hacer una lista standard que relacione horas-entrenamiento-cantidad de días, a partir de las cuales se pueda decir que se vaya a producir irremediablemente un fenómeno de sobreentrenamiento. Todo depende de cada personaAnte la aparición de los síntomas antes detallado lo mejor es reducir o dejar por un tiempo de practicar. Una vez que se considere totalmente recuperado podrá volver a practicar en forma gradual, pero si no hay una recuperación hay que ir a un médico. También hay que recordar que los problemas pueden tener un origen psicológico y no físico.
Si es importante entrenar también lo es descansar cuerpo-mente (y por que no el espíritu). SUGERENCIAS:

1. Una dieta alimenticia en acorde al desgaste físico
2. Dormir 8 o 9 horas
3. Descansar tanto física como psíquicamente, un mínimo de 2 días por semana.
4. Una vez cumplido el objetivo deportivo, hay que descansar al menos un par de semanas o hacer solo lo imprescindible para mantenerse
5. Descansar un mes completo al menos una vez al año
6. Practicar ejercicios de relajación o meditación
7. Beber mucha agua
8. Dependiendo del objetivo que se quiera alcanzar, seguir un programa de entrenamiento acorde a nuestras posibilidades físicas, psíquicas y espirituales.
  

Fuente : Educación Fisica  enero de 2010