sábado, 8 de agosto de 2009

Un Campeón Dentro y Fuera de la Pista


Jesse Owens y Lutz Long entraron como rivales en el Estadio Olímpico de Berlín y salieron como amigos, a pesar de su diferencia racial y política. Lutz abrió las puertas a Owens para que consiguiera el oro, dándole consejos magistrales: cosas que pasan en muy pocos deportes. ¿Quién aconsejaría en un partido de fútbol al delantero rival cómo lanzar el penalti que te eliminaría? Eso fue lo que hizo Lutz Long. Sin Owens en la pista era seguro ganador, pero prefirió la deportividad y enseñó a su enemigo (luego amigo íntimo) cómo ganarle. "Adelanta tu carrera y llegarás más lejos". Owens estaba prácticamente eliminado en la calificación, pero con ese consejo pasó a la final, en la que ganó. En algún momento pareció que iba a imponerse Long, que cuando se situaba en cabeza marchaba hacia el palco presidencial y alzaba su brazo en el más perfecto estilo fascista, saludando a Hitler.
Uno piensa que Long no era tan nazi como aparentaba, que lo de las diferencias raciales no iban con él... De lo contrario no se explicaría su amistad con un negro de Alabama. Owens se llevó el título, uno de los cuatro que iba a conseguir en Berlín, ante Hitler, que vio cómo se desmentía su teoría de la superioridad de la raza aria.
Owens volvió a Estados Unidos en loor de multitudes, pero pocas semanas después se encontró trabajando de nuevo de ascensorista, como antes de los cuatro oros... Long fue alistado en el ejército alemán y murió en el frente de Italia, en plena Segunda Guerra Mundial.
Cuentan que Owens lloró cuando supo la noticia y que pagó los estudios del hijo de aquel atleta que le permitió ajustar su batida y pasar a una final en la que se impuso. Y cuentan, también, que Owens siempre recordó a Long como uno de sus mejores amigos.
Autor: Ángel Cruz

Fuente: As.com