domingo, 12 de junio de 2011
Si puedes, no pares
Me lo presentó Rafael Metlikovez padre, Meli, como un atleta que se estaba preparando para competir en la categoría de mayores de 100 años. Sí, sí, lo han leído bien. Josep Cladellas, Pitu, tiene 88 años y vive en Granollers. Es un hombre alto y serio, de ojos claros y pelo blanco, que me recibe en su casa con cierta solemnidad. Hace un tiempo leyó en el periódico que un japonés de 101 años había batido el récord mundial de los 1.000 metros lisos en 19 minutos, 59 segundos y 46 centésimas. Desde entonces se está entrenando para superar esa marca. Y es que la gente mayor cada vez es menos mayor. La historia del señor Cladellas se parece a la de la australiana Ruth Frith, que con 102 años ostenta las plusmarcas mundiales en lanzamiento de peso, martillo, jabalina y disco. O a la del nipón Kozo Haraguchi, de 100 años, que ha batido varios récords mundiales en los Masters de Atletismo que se organizan anualmente en su país. Pero la peculiaridad de nuestro entrevistado es que uno no sabe a ciencia cierta si se entrena para batir una marca o para llegar a centenario aún en activo, que nunca se sabe.
Este atleta amateur nació en 1923 y empezó a trabajar en el ramo del agua durante la Guerra Civil, en la famosa empresa textil Roca Umbert. Se inició en el deporte a los 11 años: "Antes había menos distracciones que ahora, así que los críos pasábamos el rato haciendo carreras". Pronto se apuntó en el Club Atlètic Granollers y tomó parte en su primera competición en octubre de 1939, en la especialidad de lanzamiento de disco finlandés. "En esa época trabajaba todo el tiempo, y cada domingo corría más o menos de ocho a 10 kilómetros. Con mi equipo participé en el Campeonato de Cataluña de 1953, celebrado en el estadio de Montjuïc, donde el Club Natación Barcelona nos dobló en puntos. Picados en nuestro amor propio, en el siguiente campeonato quedamos segundos".
De su carrera deportiva destaca el haber sido portador de la antorcha olímpica en los Juegos de México y de Barcelona. Con 60 años batió el récord de España de salto de altura y cinco años después volvió a batir la marca, y la retuvo 17 años, siempre en su cateogría máster. Desde entonces ha corrido el medio maratón de Granollers: "La primera vez solo pude prepararme durante tres semanas; hice tres entrenos de 12 kilómetros y dos de 14. A pesar de lo cual, con 62 años, conseguí acabar en 1 hora y 52 minutos. Si hubiera dispuesto de más tiempo, seguro que habría bajado esa marca. En realidad, para hacer un maratón hay que entrenarse más la cabeza que el cuerpo". Con 70 años consiguió batir el récord de España de pentatlón y todavía con cierto mosqueo aclara que si no hubiera sido por un juez que le midió mal el salto, su marca aún habría sido mejor.
Hace unos tres años consiguió las medallas de oro en lanzamiento de peso, jabalina y martillo en la categoría de mayores de 85, en el campeonato de España de atletismo celebrado en Vitoria. De hecho, le pillo entrenándose para el próximo campeonato de Cataluña, que tendrá lugar en Calella, y para el campeonato de veteranos de Águilas, en Murcia. "Lo importante es no parar. Exceptuando un cierto dolor en las rodillas, practicar deporte me ha ayudado a tener una buena salud". Aunque lleva un marcapasos desde que sufrió un desmayo, se entrena -tanto en pista como en gimnasio- todos los miércoles y los viernes por la tarde, y todos los domingos por la mañana. "Sigo una estricta dieta mediterránea. Para merendar como de ocho a 10 frutas distintas, y para acabar todas las comidas, una manzana. El secreto para encontrarte bien a mi edad es haberte entrenado toda la vida". Y ahí le dejo, preguntándome si subir a un tercer piso sin ascensor puede considerarse deporte.
Fuente: XAVIER THEROS
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